El micrófono es el corazón de cualquier proyecto de audio: una grabación, una transmisión en vivo o un concierto. Pero no todos los micrófonos son iguales; cada uno está diseñado para situaciones específicas. Elegir el modelo adecuado puede marcar la diferencia entre un sonido nítido y profesional o uno confuso y lleno de ruido.
1. Micrófonos para voz hablada (conferencias, podcasts, streaming)
Si tu objetivo es hablar de manera clara —ya sea en un sermón, una clase online o un podcast— lo mejor es optar por un micrófono cardioide. Este tipo capta principalmente lo que está frente a él y reduce los ruidos laterales, logrando un sonido enfocado y con buena presencia.
Ejemplo: micrófonos de condensador USB multipatrón como el AKG Lyra, perfectos para creadores de contenido.
2. Micrófonos para canto y música en vivo
Para escenarios e iglesias, los micrófonos dinámicos son la opción más resistente y confiable. Su capacidad para manejar altos niveles de presión sonora los hace ideales para cantantes, coros o instrumentos amplificados. Además, soportan el uso constante y el movimiento.
Ejemplo: modelos clásicos como el Shure SM58 son estándar en conciertos.
3. Micrófonos para grabación en estudio
Si buscas capturar todos los matices de una voz o un instrumento, los micrófonos de condensador de diafragma grande son la elección perfecta. Son más sensibles, ofrecen un rango de frecuencias amplio y son esenciales en estudios de grabación.
Ejemplo: AKG C214 o similares.
4. Micrófonos para reuniones y grupos
Cuando se necesita captar sonido en varias direcciones —como en una mesa redonda o una sala de juntas—, los micrófonos omnidireccionales son la mejor opción. Recogen sonido de todo el entorno, ideales para reuniones colaborativas.
No existe un “micrófono perfecto para todo”, sino el adecuado para cada necesidad. Antes de comprar, piensa en tu uso principal y en el entorno donde lo usarás.
En Farei, te asesoramos para encontrar el micrófono que mejor se adapta a tu proyecto.